Santillana del Mar, 39330 Cantabria
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La cueva de Altamira, uno de los máximos exponentes del arte rupestre paleolítico, se encuentra en el municipio de Santillana del Mar. Los visitantes pueden conocer el arte y la prehistoria de Altamira en el Museo de Altamira, una institución para la conservación, investigación y difusión de la cueva de Altamira y su prehistoria.
La Cueva de Altamira es un icono cultural de nuestra época. Su hallazgo en 1879 por D. Marcelino Sanz de Sautuola supuso el descubrimiento del arte rupestre paleolítico para la ciencia prehistórica. Sus famosos bisontes polícromos pronto se convirtieron en un hito de la historia universal del arte y en uno de los referentes fundamentales de la prehistoria europea.
A lo largo de la cueva aparecen centenares – y muy diferentes – pinturas y grabados, destacando la Sala de los Polícromos con sus espectaculares representaciones de bisontes, caballos, ciervos, signos y manos.
Destaca Altamira entre otras cuevas por ser el primer lugar donde se identificó el primer Arte de la Humanidad. El arte de Altamira recoge todas las técnicas y temas del arte rupestre paleolítico, en grado de excelencia. Su relevancia y estado de conservación permitieron que UNESCO la inscribiera en la Lista de Patrimonio Mundial en 1985.
Actualmente la cueva de Altamira está cerrada a las visitas públicas, y la mejor manera de conocer Altamira es visitar su Museo, un lugar dedicado a Altamira como lugar excepcional de arte rupestre y lugar habitado durante la Prehistoria.
Inagurado en 2001 el Museo de Altamira permite conocer el arte de Altamira visitando la Neocueva, la reproducción tridimensional de la cueva realizada con absoluto rigor científico y la aplicación innovadora de tecnologías de la máxima precisión.
La Neocueva de Altamira es parte de la exposición permanente “Los tiempos de Altamira”, dedicada a las personas que habitaron la cueva de Altamira. Se presentan los modos de vida, la cultura y el arte de los grupos de cazadores recolectores del Paleolítico superior, a través de más de 400 objetos arqueológicos originales expuestos y explicados para conocer cómo fueron pensados, fabricados y utilizados.
Una de las actividades destacadas del Homo sapiens es el Arte. Desarrollado gracias a la capacidad simbólica de los primeros humanos modernos, el Arte debemos entenderlo como medio de expresión y comunicación, reflejo de un pensamiento trascendente, de sus ideas, creencias o valores.
La Neocueva presenta la cueva de Altamira como un lugar del Paleolítico, tal y como era cuando sucesivos grupos de cazadores- recolectores la habitaron entre hace 35000 y 13000 años. Recrea el espacio de la caverna original antes de los derrumbes naturales sucedidos desde época prehistórica y de las modificaciones artificiales que se hicieron después de su descubrimiento. Destaca así su gran boca de entrada, muy diferente a la actual puerta de acceso a la cueva original.
Antes de entrar en la Neocueva una corta película nos presenta la Prehistoria y la Historia de Altamira; una vez en el interior conoceremos el lugar habitado: asistiremos a un instante de la vida cotidiana en el campamento instalado en torno al hogar, contemplaremos una excavación arqueológica en curso, conoceremos las herramientas y materiales utilizadas por los artistas en el taller del pintor, hasta adentrarnos hacia el interior de la cueva, el espacio para el arte.
La imagen más conocida de Altamira es la manada de bisontes, machos y hembras. Se dan en ellos las principales características del arte paleolítico en grado de excelencia: dibujo, grabado y pintura. El artista incorporó las grietas y relieves naturales de la roca para crear las figuras de los animales, y representarlos así en sus distintas posturas habituales, acostados, en alerta, bramando, con la cabeza vuelta, al galope, identificando siempre a cada especie animal con sus rasgos más característicos.
El arte de Altamira se extiende por toda la caverna hacia el interior hasta su Galería Final, presentada en el pasillo de salida de la Neocueva, y donde nos esperan sorprendentes y espectrales máscaras, otra de las representaciones más características de Altamira.
Esta selección de animales, signos y figuras casi humanas representan una forma de entender el mundo, la espiritualidad de las sociedades cazadoras del Paleolítico Superior, en el inicio de nuestra historia.
La visita al Museo de Altamira se puede completar con la participación en sus muchas y variadas actividades culturales.
El programa Altamira en Familia, está pensado para la participación de los mayores con los pequeños, fomentando la creatividad y el trabajo colaborativo en familia. Incluye la Museoteca “Territorio bisonte en rojo”, un espacio dedicado a aprender en familia sobre el color rojo y los bisontes, la representación más característica del arte de Altamira. Los fines de semana y periodos narraciones, representaciones de teatro o danza
Los Talleres de Prehistoria son una oportunidad excepcional para conocer mejor la forma de vida de las personas del Paleolítico: experimentando las técnicas empleadas en aquella época conoceremos cómo éramos en el inicio de nuestra Historia.
Se recomienda consultar la programación de actividades en la web del Museo.